jueves, 15 de octubre de 2009

Los prejuicios en la búsqueda de prejuicios



Prejuicios ¡en sus marcas!



Al leer las indicaciones de las actividades 3 y 4 de la sesión 8 pensé que la búsqueda en Internet resultaría por demás sencilla, toda vez que se nos ofrecía una primera delimitación para esa búsqueda: artículos de tres periódicos de publicación nacional, relacionados con un tema de nuestro interés.


No me había percatado hasta ese momento que justo ahí empezaba a desplegar mi lista de prejuicios. Ya lo habíamos planteado en sede: un prejuicio es una actitud de predisposición, en este caso frente a una actividad escolar, que calificaba de antemano como sencilla, sin siquiera haberla realizado de acuerdo a las recomendaciones que nos habían proporcionado. Y esto sólo era el principio…

Prejuicios ¡listos!

La actividad realizada puso sobre la mesa no sólo los prejuicios inmersos en los artículos o reportajes de los periódicos, sino también los prejuicios académicos, culturales y sociales de quien realiza la búsqueda en Internet. Así, la simple selección de los periódicos responde a actitudes de simpatía o rechazo hacia tal o cual columnista, hacia la postura del diario, hacia su diseño y contenido, ya que ello en su conjunto, nos proporciona un cierto sentido de pertenencia a un grupo específico.

Recuerdo que cuando estudiaba la licenciatura, Javier Solórzano, uno de mis profesores, se mofaba del estereotipo de los estudiantes universitarios de aquellos años (finales de los ochenta), llamándolos jóvenes parnaseos (porque se reunían en la cafetería de El Parnaso, con su Jornada, bajo el brazo). Y efectivamente, hasta la fecha no puedo evitar incluir a La Jornada entre mis referentes periodísticos obligados.

Esta situación se enfatiza si en la búsqueda se opta por la clásica fórmula de elegir un periódico de izquierda, uno de derecha y uno neutral, ya que al momento de localizar los prejuicios existentes en los artículos o reportajes, tenemos el terreno despejado para encontrar esos afectos o rechazos, que desde la selección desde nuestra afinidad o reserva realizamos. Así que en aras de la objetividad me dispuse a seleccionar los artículos en los sitios de los diarios más accesibles, en términos de no requerir pago para consultarlo.

Y de nueva cuenta, mis prejuicios se hicieron presentes al seleccionar los artículos, ya que aquellas convicciones construidas a partir de mis estudios y mis experiencias profesionales, me llevaron a descartar y finalmente a elegir aquellos que me resultaban más afines.

Prejuicios ¡fuera!

Esta experiencia de búsqueda, a la luz del despliegue de prejuicios, puso de manifiesto la necesidad de adoptar las actitudes mentales fuertes del pensamiento crítico y estar abiertos a conocer las propuestas antes de emitir un juicio de rechazo.

Estar conscientes de nuestros propios prejuicios es un primer paso, ya que al identificarlos podemos estar en condiciones de esa apertura tan necesaria para conocer nuevas posturas, y a la larga, adquirir nuevos conocimientos.

Así que hablar de búsqueda de prejuicios en los textos no es una tarea objetiva en sí misma, está cargada de una serie de prejuicios que pueden repercutir de manera desfavorable, en detrimento de nuestro proceso educativo

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