jueves, 15 de octubre de 2009

Cuando la agenda y el disfrute se toman de la mano



Cómo planear actividades e implementar estrategias para estudiar con éxito una Maestría en el CECTE sin morir en el intento

Por: Mercedes Miranda (Redacción de borrador),
Adriana Laguna y Blanca Arthur (Revisión y comentarios)

Corre, dijo la tortuga. Ir más despacio cuando tiene sentido hacerlo.


Un estudio realizado en el 2007 por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, señala dos datos contrastantes arrojados por el Segundo Conteo de Población y Vivienda 2005: 358 ciudades concentran a 72.7 millones de mexicanos, poco más del 70 por ciento de la población total del país; en tanto, 24.2 millones de personas viven en 184 mil 700 localidades del territorio nacional.

Quienes habitamos una de esas 358 ciudades con alta densidad poblacional somos testigos del vertiginoso ritmo que se vive en ellas, atribuido a los esquemas de reproducción del sistema económico capitalista, donde la filosofía de vida es trabajar para vivir, más no disfrutar de lo que hacemos en cada uno de los ámbitos de nuestra vida cotidiana. La otra cara de la moneda se vive en esas más de 184 mil localidades donde parece que el tiempo se detiene, donde la gente suele vivir más tranquila y sin estrés.


Esto nos lleva a cuestionarnos si vivir a un ritmo acelerado, como se suele afirmar, es una condición sine qua non de la actualidad, o bien se trata, la mayor parte de las veces, de una selección irreflexiva de un estilo de vida que bien puede replantearse desde el momento en que ponemos el énfasis en el equilibrio, concebido como el hecho de hacer todo a una velocidad adecuada en lugar de hacerlo todo más rápido. Se trata de detenernos a hacer una autoevaluación de nuestro ritmo de vida, en especial de los objetivos de nuestras acciones. Como lo plantea el movimiento slow: “desacelerar” lo que solemos hacer de manera acelerada, sin que ello implique que nos detengamos, abriendo así espacios a la tolerancia para aprender a escucharnos, mirarnos, hablarnos e interactuar de manera diferente.


¿Y qué relación tiene lo anterior con la planeación de actividades y el planteamiento de estrategias para estudiar con éxito una maestría en el CECTE sin morir en el intento? Mucho más de lo que se piensa. ¿O acaso ya olvidamos que entre las razones que nos motivaron a ingresar a esta Maestría fue la posibilidad de realizarla de manera semipresencial y a distancia, precisamente porque nuestro ritmo de actividades nos dificulta la asistencia diaria a clases?


La importancia de la planeación en el estudio a distancia


Realizar cualquier estudio a distancia es una tarea que exige esfuerzo, voluntad y dedicación y en el caso de los estudios de posgrado que ofrece el CECTE esto no es la excepción, ya que llegar a ser los profesionales críticos, capaces de contribuir en la generación de conocimiento científico (ILCE, n.d.), requiere de un profundo compromiso, de una amplia motivación y en especial de una óptima planeación.


De acuerdo al Doctor Tomas Miklos (1998), la planeación es ante todo un proceso de reflexión y proyección. Se parte, en primera instancia de analizar una situación presente y conocida para decidir qué hacer para llegar a una situación deseada, a través del establecimiento de metas o situaciones a alcanzar; la definición de posibles escenarios; el análisis de los medios con los que se cuenta; la implementación de estrategias, así como de elementos de control y evaluación que nos permitan monitorear el proceso y resolver los imprevistos que se puedan presentar, los cuales dependen de los objetivos y metas que cada uno de nosotros se plantee.


Así que el primer paso para no morir en el intento y concluir satisfactoriamente con nuestros estudios de Maestría es reflexionar en nuestra situación actual, plantear nuestras metas, fortalecer a través del aprendizaje, una actitud que por su importancia no puede quedar relegada de la planeación : la Motivación (De los Santos, 1996); visualizarnos no sólo con un título en la mano, si no también, tal y como se plantea en el documento maestro (ILCE, s.d.), como todos unos profesionales críticos, comprometidos con nuestro entorno y capaces de generar conocimientos científicos. Tenemos un gran tramo avanzado en nuestro proceso de planeación, el cual compartimos con nuestros compañeros de maestría. Contamos con el apoyo de una metodología, contenidos, tutoría y materiales, para construir nuestro propio aprendizaje y generar nuevos conocimientos. Pero la manera en que organizamos nuestro estudio independiente, piedra angular de los estudios a distancia, la definición de escenarios y el planteamiento de estrategias para tal fin, corren por nuestra propia cuenta .


Abrir nuevas perspectivas para construir estrategias propias.


En una escena de la película La sociedad de los poetas muertos (1990), en plena clase, el Profesor Keating se para sobre su escritorio para invitar a sus alumnos a mirar todo desde diferentes perspectivas y no desde una sola. Al tiempo que cita la frase de Henry David Thoreau, Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación, les pide no resignarse a eso, les invita a escapar.


De manera similar, en una lógica de escapar de la desesperación, el movimiento slow plantea regalarnos momentos de tranquilidad, de placer al encontrarnos con nosotros mismos, ya que en esos espacios las ideas se desarrollan a su ritmo y pensamos de una manera más creativa.

Esto nos invita a revisar la forma en que habitualmente organizamos nuestros tiempos. ¿Qué sucedería si nos regalamos momentos de calma en medio del torbellino de actividades que suele ser nuestra vida cotidiana? Varios de esos momentos resultarían excelentes espacios para la reflexión personal, los proyectos de trabajo, las investigaciones, el estudio y los ejercicios individuales, actividades propias del estudio independiente (De los Santos, J., 1996). Ello implica replantear lo qué es y lo que no es prioritario.


Tomando en cuenta que, como dice Díaz Barriga (2002), las estrategias son procedimientos que un aprendiz emplea en forma consciente, controlada e intencional como instrumentos flexibles para aprender significativamente y solucionar problemas, es decir, cada sujeto debe definir sus propias estrategias a partir de conocer sus fortalezas, debilidades, competencias, habilidades que le permitan construir su aprendizaje de manera significativa para lograr sus objetivos, más que definir en este texto la estrategia partimos de invitar a construir las propias estrategias desde una nueva perspectiva: la lógica de la desaceleración propuesta por el movimiento slow.


Conclusiones


Subirnos en una mesa para observar la manera en que organizamos nuestros tiempos, en los criterios para establecer nuestras prioridades. Equilibrar la balanza para salir de la silenciosa desesperación a la que nos lleva una agenda saturada y reencontrarnos con el placer de hacer las cosas que nos llenan el espíritu, que nos hacen crecer como seres humanos y por ende, nos proporcionan una mejor calidad de vida.


Animarnos a cambiar la velocidad y retomar el control de nuestro tiempo nos ofrece la gratificante posibilidad de contar con más tiempo para escucharnos, mirarnos, conectarnos, interactuar, hablar más tranquilamente con los otros sin ruido, sin apuro, para poder llevar a buen término nuestros estudios de maestría sin que quede en un intento.


Referencias


A.A.T. (s.d.). Movimiento Slow Mundial. Recuperado el 17 de agosto de 2009, de http://www.aat.org.ar/Slow_mundial.htm

De los Santos, J.E. (1996). El estudio independiente: consideraciones básicas. En Estudio independiente: conceptualización, análisis y aplicaciones. PROMESUP-OEA-ILCE. México.


Díaz Barriga, F. (2002). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo una interpretación constructivista. Mc Graw Hill. México

Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. Documento maestro de la maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas y de la maestría en valores para la acción educativa. (n.d). México.


Miklos, T. (1998). Criterios básicos de planeación. Cuadernos de orientación metodológica. Recuperado el 25 de agosto de 2009, de http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=514


Olivares, E. (2008, 09 de enero). UNAM: en 55 ciudades del país se concentra la actividad económica. La Jornada en línea. Recuperado el 25 de agosto de 2009, de http://www.jornada.unam.mx/2008/01/09/index.php?section=sociedad&article=038n2soc


Weir, Peter (Director). (1989). La sociedad de los poetas muertos [DVD]. Touchstone Pictures, 2003.

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